La piedra volcánica, que se origina a partir de erupciones volcánicas, es una roca porosa formada por el rápido enfriamiento y solidificación del magma. Presenta una superficie rugosa con abundantes poros de aire, lo que la hace liviana y capaz de flotar en el agua. La piedra volcánica viene en varios colores, como rojo y negro, cada uno con su encanto único. Sus propiedades, que incluyen alta resistencia, aislamiento térmico, conservación del calor y resistencia a la corrosión, la hacen ampliamente utilizada en materiales de construcción, filtración de agua, mejora del suelo, protección ambiental y campos médicos. Como material de construcción, es resistente, duradero y decorativo. En el tratamiento del agua, su fuerte capacidad de adsorción purifica la calidad del agua. En la agricultura, la piedra volcánica es rica en oligoelementos, beneficiosos para la enmienda del suelo. Además, realza la belleza natural de la decoración del hogar. La piedra volcánica, de amplia procedencia, se encuentra en lugares como Yunnan y Mongolia Interior en China. Con sus propiedades únicas y diversas aplicaciones, la piedra volcánica se ha convertido en un recurso natural muy buscado.